‘¿El centro de datos en el que trabajas sigue funcionando?’. Esa fue la pregunta que más se repitió entre familiares y amigos de algunos de los trabajadores de Kumo. Efectivamente, el centro de datos de Murcia (el de Valencia todavía no está en funcionamiento) operó sin problemas pese a que, a partir del mediodía, España, Portugal y el sur de Francia sufrieron un apagón que provocó el fundido a negro de todas las pantallas, sistemas y dispositivos eléctricos hasta 24 horas después. Considerado el mayor corte de suministro eléctrico registrado en la región en décadas, en Kumo los clientes alojados pudieron seguir funcionando.
Entre las doce y media y la una del mediodía, los sistemas de respaldo de Kumo se activaron: en un primer momento las UPS asumieron la carga crítica de forma instantánea sin que ningún servidor detectara ninguna anomalía. A continuación, entraron en juego los generadores para alimentar las cargas más esenciales. Y mientras tanto, el equipo de Kumo se aseguraba de que todo funcionase como debía, a través de una monitorización en tiempo real. Hasta una semana a plena carga podría haber soportado Kumo en estas condiciones pese al apagón, período que podría ir extendiéndose con el repostaje de combustible por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado puesto que esta infraestructura crítica tiene preferencia frente a otros agentes como las gasolineras.
Durante horas, los generadores cumplieron con su obligación sin poner en riesgo la disponibilidad de los datos alojados, pese a la complejidad de la situación. Las primeras horas, las incógnitas inundaron el panorama ya que se desconocía la magnitud del apagón y el tiempo que conllevaría reparar la red eléctrica. Tal como confirma el departamento de Infraestructura de Kumo, los generadores funcionaron hasta las doce de la noche, pese a que la luz volvió a Murcia sobre las once. Se estableció un margen para el cambio en el suministro de la electricidad y, tras comprobarse que la línea era estable, Kumo volvió a confiar de nuevo en las acometidas.
Una estructura Tier IV a prueba de fallos
La capacidad de respuesta en un centro de datos se refleja en su certificación, por eso, el diseño, la concepción y la construcción de un centro de datos Tier IV como el de Kumo en Murcia es una garantía. La duplicidad de sus sistemas sirve de apoyo a una infraestructura robusta, tolerante a fallos como un apagón y con un tiempo de actividad casi absoluto – 99.995% anualmente, lo que se traduce en 26 minutos aproximadamente de inactividad al año-. Sin embargo, esa inactividad no es condición sine qua non de los Tier IV. Así lo certifica el data center de Kumo en Murcia que no ha registrado caídas durante los últimos cinco años. Las pruebas periódicas que se realizan también son útiles y sirven como simulacro. De esta forma, Kumo siempre sabe cómo va a responder su infraestructura en caso de un incidente como el del pasado lunes 28 de abril.
El apagón del 28 de abril no fue solo un reto técnico, sino también una validación real de todo lo que implica construir y operar un centro de datos Tier IV. En una jornada donde la península Ibérica se sumió en la incertidumbre, la infraestructura crítica de Kumo demostró estar preparada para cualquier imprevisto.
