El uso de un sistema de extinción basado en agua o líquidos puede suponer un riesgo significativo para cualquier instalación que contenga equipos electrónicos sensibles. Estos métodos tradicionales, aunque eficaces para ciertos entornos, pueden provocar daños costosos e irreversibles en infraestructuras tecnológicas. Por esta razón, el centro de datos de Paterna (Valencia), cuyo núcleo operativo gira en torno a la electricidad y a la integridad de los sistemas informáticos, ha optado por implementar un sistema de extinción innovador y altamente eficaz ante cualquier conato de incendio: la utilización de nitrógeno a presión como agente extintor.
Este gas, que es completamente inerte y no contaminante, representa una alternativa segura y avanzada frente a métodos convencionales. Su funcionamiento a la hora de extinguir cualquier fuego consiste en aumentar de forma significativa su concentración dentro de la sala en la que se produce el incendio, lo que provoca la reducción del nivel de oxígeno en el ambiente. Dado que el oxígeno es uno de los elementos esenciales para que el fuego se mantenga activo, su supresión provoca que el incendio se ahogue de manera natural y se extinga sin necesidad de aplicar agua ni otros agentes potencialmente dañinos.
Este proceso de extinción, además, ha sido diseñado para garantizar la seguridad tanto de las personas como de los equipos tecnológicos presentes en las instalaciones. El equipo de Infraestructuras de Kumo explica que el sistema funciona mediante la sobrepresión de nitrógeno en la sala afectada. Una vez que se alcanza una presión preestablecida y el fuego ha sido completamente sofocado, el sistema activa una serie de compuertas automáticas que permiten liberar el gas de manera controlada y segura, restableciendo las condiciones normales del ambiente en pocos minutos.
Cuando se detecta una fuga o anomalía, las turbinas instaladas en la azotea del edificio entran en funcionamiento de manera inmediata. Estas turbinas están organizadas por zonas —zona A y zona B— y se activan en conjunto con el sistema de extracción y expulsión de aire. Para evitar que se genere un efecto vacío perjudicial dentro de las salas, algunas turbinas extraen el aire contaminado mientras otras se encargan simultáneamente de introducir aire limpio del exterior, garantizando un equilibrio seguro y constante en la presión del ambiente.
Ventajas de utilizar nitrógeno para la extinción
El uso del nitrógeno como agente extintor ofrece múltiples ventajas frente a otros sistemas más tradicionales. Una de sus principales virtudes es que se libera de forma rápida, homogénea y controlada dentro del espacio afectado, lo que maximiza su eficacia y minimiza el tiempo de exposición al fuego. Además, al tratarse de un gas que no deja residuos, no se requiere limpieza posterior ad hoc ni supone riesgo alguno para la operatividad de los equipos electrónicos.
Asimismo, en las concentraciones empleadas para la extinción, el nitrógeno es completamente inocuo para las personas y no representa una amenaza para la salud. Tampoco contribuye al calentamiento global, por lo que se considera una solución sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Gracias a estas características, se convierte en una opción altamente recomendable para entornos tecnológicos donde la continuidad operativa y la protección de activos digitales son prioritarias.
