Igual que un vehículo se estrella y saltan los airbags de forma automática con el impacto, los centros de datos cuentan con un sistema ‘de seguridad’ similar: se trata de las UPS (Uninterruptible Power Supply o Sistema de Alimentación Ininterrumpida) que, además, fueron las grandes aliadas de los data centers durante el apagón del pasado 28 de abril. Estos dispositivos proporcionan energía ininterrumpida a los equipos electrónicos esenciales cuando se produce una fluctuación en el suministro eléctrico.
Es decir, cuando algo falla a nivel eléctrico, las UPS asumen la carga y actúan como un respaldo temporal evitando que los equipos conectados sufran daños o pérdidas permitiendo así que los servicios continúen hasta que se restablezca la electricidad. Mientras estas aguantan, los generadores empiezan a funcionar para asumir la carga durante un periodo de tiempo más largo, al menos en el caso de Kumo. De hecho, en Murcia las UPS pueden ser autónomas de manera independiente durante 170 minutos cada una, al igual que ocurre en Valencia. Así lo asegura el departamento de Infraestructura de Kumo que señala que ‘en el peor de los casos’ si una UPS se rompiera en un corte de luz y la carga del data center fuese alta, la otra UPS podría soportar, al menos, 10 minutos. Y ese tiempo es más que suficiente para que arrancaran los generadores. Por lo que, aún en una situación desfavorable, Kumo cumpliría.
Este es el motivo por el que las UPS se convierten en vitales para el funcionamiento de servicios esenciales proporcionando una protección esencial y garantizando que los servidores, sistemas de almacenamiento y redes se mantengan operativos ya que la continuidad operativa es crucial en un centro de datos. Asimismo, las UPS son esenciales para mitigar los efectos de sobretensiones y picos de voltaje. De esta forma, la energía es constante y segura para los dispositivos y estos no se ven dañados bajo ninguna circunstancia. Kumo utiliza UPS en todos sus centros de datos, por lo que esta estructura crítica siempre está protegida garantizando la continuidad operativa.
Si volviéramos de nuevo a la analogía del vehículo, los data centers de Kumo no solo contarían con un sistema de frenado, de suspensión y de dirección impecables, sino también con cinturones de seguridad, airbags último modelo, cristales antirrotura y unos neumáticos antivuelcos para evitar cualquier posible accidente. En definitiva, al igual que nadie se subiría a un coche sin las garantías mínimas de seguridad, ningún servicio digital debería operar sin la protección que ofrecen sistemas como las UPS.
En el competitivo y exigente mundo de la tecnología, donde cada segundo cuenta, contar con una infraestructura sólida, resiliente y preparada para el imprevisto no es opcional: es imprescindible. Y ahí es donde Kumo marca la diferencia. Gracias a sus sistemas de alimentación ininterrumpida, sus centros de datos están listos para afrontar cualquier imprevisto inesperado en el camino. Porque en este viaje hacia la digitalización segura, lo importante no es solo llegar… sino hacerlo sin sobresaltos.

